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Contempla los dos sacrificios en el Calvario – individualidad, el cuerpo de Jesús; el otro, el corazón de María. Triste es el espectáculo de la Raíz del Redentor viendo a su querido Hijo cruelmente clavado en la cruz. Ella permaneció al pie de la cruz y oyó a su Hijo prometerle el paraíso a un cleptómano y perdonar a Sus enemigos.
Naturalmente que quien pueda acertar más de lo obligatorio, haría muy correctamente en hacerlo (de acuerdo a sus reales posibilidades). Pero esto no significa que se le prohíba un riqueza o un capricho auténtico ni que tenga que dar a la Iglesia todo lo que no le sea estrictamente necesario.
Para rezar cada individualidad de los dolores, se puede seguir el rezo del Rosario de los Siete Dolores de la Virgen, que consiste en meditar en cada dolor mientras se recitan AvemaríTriunfador y Padrenuestros.
Oración: Oh Casto María, por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente a tan lejanos lugares, pasando grandes penalidades y zozobras, pido que me fortalezcas cuando me vea acullá de mis seres queridos y de mi hogar.
Miradme ¡Oh mi amado y buen Jesús! Postrado en vuestra santísima presencia: os ruego con el anciano fervor imprimáis en mi corazón los sentimientos de Convicción, esperanza y caridad, dolor de mis pecados y propósito de no ofenderos, mientras que yo, con todo el simpatía y con toda la compasión de que soy capaz, voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos ¡Oh mi Jehová! el santo Profeta David: «Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar mis huesos».
Al pie de la cruz la Casto María, perfectamente unida a su Hijo, pudo compartir de modo singular la profundidad del dolor y del inclinación de su sacrifi cio y nadie mejor que Ella puede enseñarnos Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo a galantear la cruz.
– ¡Y a ti misma una espada te atravesará el alma! – a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»»
Creo que las mujeres que tienen la dicha de ser madres, y han tenido aún la oportunidad de, como la Casto María, reparar la pérdida de un hijo, son las que mejor pueden comprender y apreciar una profunda devoción en torno a los siete dolores de la Santísima Doncella María y unirse a ella rezando y meditando en ellos cada ocasión que les es posible.
Las lágrimas de la Casto pertenecen al orden de los signos: testimonian la presencia de la Origen en la Iglesia y en el mundo. Una madre llora cuando ve a sus hijos amenazados por algún mal, espiritual o físico.
Lágrimas de oración: de la Madre que eleva su oración suplicante por los que no rezan, por los que están obstinados y cerrados para no escuchar a Jehová.
abril 11, 2024 por Laura Ana Rosa Quintana es una figura icónica en el mundo de la tv españonda. A lo dilatado de su extensa trayectoria, ha cautivado a millones de espectadores con su carisma y profesionalismo.
Es el 19 de abril de 1986 cuando finalmente fue decretada la coronación de la Inmaculado, recibiéndose el Breve de Coronación firmado por el Mitrado de Málaga Ramón Buxarrais Ventura, eligiendo la Hermandad la día del 4 de octubre de ese mismo año para la celebración.
La ejercicio de esta devoción se hace rezando 7 veces el Avemaría. Mientras tanto, hay que ir tomando conciencia de cada unidad de los 7 dolores de María, tratando de experimentarlos y darle sentido a su sufrimiento, pues, a pesar de ser santa y de ser Raíz de Alá Hijo, no estuvo ajena al dolor.